El campeón de la Copa Sudamericana 2003 revela pasajes íntimos de su vida en exclusiva para El Pepe de Arequipa.
Arequipa fue escenario de un emotivo encuentro. La cebichería El Pepe de Arequipa recibió al exfutbolista cusqueño César Ccahuantico, una de las figuras históricas del Cienciano del Cusco, club con el que se coronó campeón de la Copa Sudamericana en 2003. Ccahuantico conversó con José Mamani Zamata sobre los momentos más duros y los más gloriosos de su carrera y vida personal.
El exfutbolista, quien ha vuelto a la palestra pública tras una reciente entrevista en el podcast «Enfocados,» agradeció la oportunidad de mostrar su «lado humano, las experiencias, las anécdotas» que la gente usualmente desconoce.
Entrevista completa:
El momento más difícil
Ccahuantico no dudó en señalar que el momento más complicado de su vida fue haber estado privado de su libertad. Calificó la experiencia como un «juicio mal llevado» y un «tema coyuntural que se manejó muy mal.» A pesar de haber sido sentenciado a siete años y luego absuelto a los tres años y medio, el exfutbolista afirmó: «el daño ya me lo habían hecho,» afectando profundamente a toda su familia.
En contraste, la alegría máxima la vivió en dos momentos cumbres: Su debut profesional con Cienciano en una Copa Libertadores en Brasil, enfrentando a Gremio; y ser campeón de la Copa Sudamericana con Cienciano, precisamente en Arequipa.
Ccahuantico recordó la euforia post-victoria, señalando que la celebración incluyó a periodistas nacionales e internacionales en una conocida discoteca de la Ciudad Blanca.
La batalla en la cancha.
Al rememorar a sus rivales, el cusqueño destacó la dificultad de enfrentar a jugadores de talla mundial. Tuvo que marcar en su debut al campeón mundial Dunga de Gremio, y luego a figuras como Marcelo Gallardo y el «Matador» Marcelo Salas, a Juan Román Riquelme en Copa Libertadores, y a Cuauhtémoc Blanco en el América de México.
Respecto a su estilo de juego, confesó ser un marcador de pocas palabras: «Yo era yo era poco de hablar,» pero a la hora de la dividida iba «fuerte la jugada». Incluso rememoró un choque con el «Puma» Carranza, a quien logró sacar «llorando como un gatito» del campo.

Orgullo cusqueño
Ccahuantico se siente un embajador de Cienciano y Cusco. Con humor, resaltó su profunda conexión con su tierra: «Yo me llamo César Ccahuantico, mi apellido es con doble C de Cienciano, osea, más cusqueño que yo, no hay».
